X Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín


VUELVO A TI

Mirentxu Arana Lesaca

Viernes 15 de julio. Me golpea el rumor reciente de las últimas palabras del gran Pedro Osinaga en el Gayarre. Dos de la madrugada. Todo preparado para el viaje, solo de ida, de momento. “Unos años en el extranjero, unos ahorricos, a ver si esto mejora y vuelta p´a casa”
Canelo modula un llanto semihumano.
El abuelo vuelve la espalda en desesperado intento de disimulo.
Un silencio sombrío se apodera de Pamplona, y me invaden sensaciones de inquietud…
Hoy vuelvo a ti, como si hubiera dispersado migas de pan por el camino, el milagro es, que después de tantos años, no se las hayan comido los pájaros…
Ha pasado mucho tiempo, demasiado.
Saboreo retorno y entorno, me emociono con la calidez del recibimiento de la peña, con la procesión de San Fermín, me impregno de olores olvidados a magras, a pacharán, a churros de la Mañueta, a vino de la bota… y mientras afluyen en tropel recuerdos insistentes, me preparo para pulsar un presente cargado de pretéritos.
Por lo demás, todo igual…
¿TODO?
– Canelo no podrá ya morder las cintas de mis alpargatas.
– Vacía la habitación del abuelo, nada en casa volverá a ser lo mismo.
– Y en el Gayarre tampoco…
 

LA EMOCIÓN DEL ENCIERRO.

Leticia Chanavat Fernandez

Casi es la hora. Me adentro en la multitud.
Hay un aroma especial. Una explosión de sentimientos en una cúpula de blanco y rojo.
Siempre lo mismo, siempre diferente…
Suenan dianas.Voy a contracorriente, casi todo el mundo marcha a casa tras una noche larga.
Llego al recorrido. Toco el poste a los fallecidos en el encierro.
El vallado; esa línea entre el fin de la noche y el comienzo del dia.
Voy hacia mi esquina. Estoy tenso, corre Jandilla, me calma ver a mis amigos. La espera es eterna, mi pequeño San Fermin siempre en mi bolsillo. Pasa el de verdad… lo toco.
El silencio es protagonista, me siento solo entre tanta gente. Rigidez, boca seca…. Primer cántico. Saltitos. Despedidas de los que suben a Estafeta. Segundo cántico. Corazón a mil. Ganas de correr, gritar. Último cántico. Abrazos. Silencio…
BUMM. Carne de gallina. Segundo cohete. Gritos. Primeros pasos, velocidad, sprint, mitad de la calle. Gritos más fuertes. Miro atrás, se abre hueco tras de mí. Están aquí. Doy seis zancadas; miro atrás, me ganan, última zancada. Me quito a la izquierda. Se van.
Ahora les toca a ellos.
¡Suerte!
Tres segundos eternos. Tres segundos grabados en mí para siempre. Apoteósico.
¡Ya falta Menos! 

EN SANFERMINES, LO PRIMERO ES LO PRIMERO.

Fernando Joaquín Méndez Escobar

7 Julio. Seis de la mañana. Plaza del Castillo. Más cervezas.

-¡Lucía! No puedo más. Lo necesito. Estoy fatal.

-Mira, Laurita, estoy de tu mono hasta el gorro. Con estos australianos tenemos rollo. ¡Esta noche triunfamos!

-Tú quizás, con tu rubio en tu spaninglish, pero yo con mi moreno ni con gestos. Además, con este monazo ya no funciono.

-¡Ni hablar de repetir lo de Burlada! Dos horas de tugurio en tugurio buscando y al final sin pillar ni tu vicio, ni chicos, ni ná de ná.

-Veeenga, pasemos de estos armarios y vamos a buscar. Pago yo. Y no me vengas con esas chorradas de que tú no pillas, que siempre caes. Y más si es del Míguel. ¡Vamos!

-Cagüen, qué pesá que eres. Oki, al Bosquecillo.

-¡Qué horror! El remolque del Míguel está hasta arriba. ¡Vamos a la Paulina! Solo vende en sanfermines, pero siempre tiene de lo mejor.

Llegan a la Mañueta, donde Paulina. ¡Vaya cola para comprar!

-¡Que te den, Laura! Paso de tus churros. ¡Busquemos a los australianos!

-Yo quiero churros.

-Y yo quiero australianos.