La Plaza de la República


No me lo puedo imaginar. En una Pamplona de principios del S.XX, quizás críos a la carrera por las calles gritando que el Rey se marcha, gente que lo oye desde la cocina, a través de ventanas y balcones. Quizás hasta hacía buen tiempo, como hoy. Gritos en los patios de luces. El Rey no se larga todos los días. Desde el 14 de abril hasta el 6 de julio de aquel 1931 tuvo que cocerse mucho jaleo político, pero con el día del Txupinazo decidieron aplicar un fiesta bai, política ez y al ajo. Eso sí, hicieron un hueco en la agenda para colgar el cartel de «Plaza de la República» en el salón de estar de Pamplona.

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