Kontraesanak – Contradicciones 3


Los días de San Fermín son especiales por muchos motivos. Hacemos cosas distintas que no haríamos el resto del año y esto hace que entremos en diferentes contradicciones.

El papel de la mujer ha cambiado notablemente en las últimas décadas en la sociedad, pero sin embargo, todavía notamos resquicios de machismo en ciertas actitudes a veces escudadas dentro de la tradición. Si en la plaza de toros, por la solanera a cualquier moza se le ocurre pasar por el tendido, muy probablemente se llevará encima litros de todo tipo de líquidos. Por no hablar de opciones como el dimasu (día del marido suelto), o el todavía a veces injusto reparto de tareas de hijos, comidas y lavadoras entre las parejas durante las fiestas sanfermineras.

Por otro lado tenemos el tema del maltrato animal. Mucha es la gente que apoya estas iniciativas, pero luego vemos a muchos de ellos en la plaza, con la excusa de “yo no veo los toros”. Hace muchos años, dice la leyenda, que unos mozos a sabiendas de que a las mulillas les gustaba mucho el dulce, les dieron un brebaje consistente en cognac con kaiku de chocolate, con lo cual salieron a la plaza con un poco (bastante) de tontería. El caso es que como las mulillas no hacían ni puñetero caso a los mulilleros, uno de éstos, no tuvo mejor idea que soltarle una patada a una. La pitada que se llevó, fue monumental. No dejó de ser curioso, la tremenda bronca por la patada a la mulilla en medio de una tarde de matar seis toros que todo el mundo aplaudíamos.

Y por último tendríamos el tema de la religión. La asistencia a procesiones y las misas dominicales han decrecido notoriamente, pero sin embargo, durante las fiestas todo el mundo ver normal emocionarse y soltar una lágrima con la procesión de San Fermín, o en el mismo encierro, cantarle a un santo.


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