Enero 2016


paréceme que la ciudad entera se encuentra en saldos y rebajas           sabemos que las prisas son malas consejeras y algunos infantes con sus princesas      en medio de la tragedia por haber llegado tarde al último estante                          quedan olvidados entre los resortes de los últimos vestigios ofertados                               cuando la alarma estremece los sentidos       voces de socorro y asustadas buscan el milagro del postrero encuentro                             las lágrimas de los perdidos se mezclan con el susto de sus bienhechores progenitores                    todo se compra y se vende        nada queda al margen del poder monetarista                 y se acaba por dudar de si también las sonrisas complacientes que alegran inusitadamente la tensa espera     no estará incluida en el precio final de cada uno de los productos adquiridos                dejemos que la esperanza baile también en estos días de mercachifle