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Fallo del jurado del XIII Certamen de Microrrelatos de San Fermín

Estimados amigos y lectores, esta misma tarde a las 19:00 en el la sala de Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Pamplona, se ha hecho público el fallo del jurado del XIII Certamen de Microrrelatos, con los siguientes resultados:

Primeros tres clasificados:
Ganador: Divino (blanco como la cal)
por Javier Casado Mayayo.
clasificado: Miraculously healed por Wibo Sefeld.
clasificado: Ze birus eta ze birusondo! por Garbiñe Zabala Zabaleta.

Resto de finalistas:
clasificado: Magia por Marcos Sánchez Mongay.
clasificado: Treinta años y una pandemia por Paloma Hidalgo Díez.
clasificado: Gora Fermín por Sara Pinto Herranz.
clasificado: El encierro por Manuel Blasco García.
clasificado: Vivir de fiesta por Patricia Collazo González.
clasificado: Mi vacuna por Amaia Goñi.
10º clasificado: Diminished por Larry Belcher.

Nuestra más calurosa enhorabuena a todos ellos, así como al resto de participantes en este XIII Certamen que nos han hecho disfrutar con sus trabajos.

Y sin más preámbulos, aquí tenéis el texto ganador al que seguirán la próxima semana el resto de textos en sucesivas entradas:

Divino (blanco como la cal) – Javier Casado Mayayo

Los había visto alguna vez por la tele, pero nunca creyó que se convertiría en uno de ellos. Cuando los entrevistaban, los escuchaba incrédulo, recién levantado de la cama y en el telediario de las tres, contando sus batallitas: que si cada vez es más difícil buscar el hueco, que si los guiris, que si cada año hay más masificación… No entendía cómo eran capaces de sacrificar una sola noche de juerga sanferminera para vivir la fiesta al otro lado de la barrera. «Hace falta valor», murmuraba su padre, mientras él ahogaba la resaca en un cuenco de caldo caliente.

Sin embargo, la pandemia lo cambió todo, también a él, y tres años después allí se encuentra, un 7 de julio a las ocho y pico de la mañana, dispuesto a atender a los medios. Ayer se acostó pronto para descansar bien, y con los primeros rayos de sol se ha echado a la calle, periódico en mano, para coger sitio entre codazos y empujones y correr los últimos metros hasta la arena. Envuelto en sudor y todavía jadeante, abre el diario por la sección de San Fermín y se dispone a disfrutar de la primerísima línea de playa conquistada a orillas de Salou.


Retransmisión del fallo del jurado

Desde aquí podréis seguir en directo el Fallo del Jurado y la lectura de los diez microrrelatos finalistas de la XIII edición del Certamen de Microrrelatos de San Fermín. El fallo del jurado será a las 19:00 en la sala de Ámbito Cultural de El Corte Inglés, sin público debido a las restricciones de aforo y la retransmisión comenzará unos minutos antes.


Estadísticas del XIII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

Hoy, 2 de junio, a poco más de un mes de lo que debería haber sido San Fermín 2021, tras el cierre de la inscripción el pasado día 31 de mayo y previo al fallo del jurado y lectura de los diez microrrelatos finalistas, que tendrá lugar el próximo 25 de junio, viernes, a puerta cerrada y retransmitido en directo por Internet, os presentamos los datos de esta XIII edición:

Participación423 autores con sus correspondientes obras.

Procedencia22 países, desglosados de la siguiente manera:

CantidadPorcentaje
España35283,22%
Argentina214,96%
Colombia92,13%
Cuba61,42%
Venezuela61,42%
México51,18%
Perú40,95%
República Dominicana40,95%
Brasil20,47%
Chile20,47%
Francia10,24%
Rumanía10,24%
Suiza10,24%
Canadá10,24%
Bélgica10,24%
Alemania10,24%
Israel10,24%
Reino Unido10,24%
Italia10,24%
Estados Unidos10,24%
Eslovaquia10,24%
Costa Rica10,24%
Total Admitidos423

Desglose de España por provincias:

CantidadPorcentaje
Navarra14340,63%
Madrid3911,08%
Barcelona226,25%
Bizkaia113,13%
Gipuzkoa113,13%
Valencia/Valéncia82,27%
Sevilla82,27%
Asturias71,99%
Murcia61,70%
Albacete51,42%
Alicante/Alacant51,42%
Salamanca51,42%
Pontevedra41,14%
Ciudad Real41,14%
Tarragona41,14%
Granada41,14%
Cantabria41,14%
Valladolid41,14%
Segovia30,85%
Huesca30,85%
Jaén30,85%
Girona30,85%
La Rioja30,85%
Araba/Álava30,85%
Castellón/Castelló30,85%
Huelva30,85%
Teruel30,85%
Almería30,85%
Málaga20,57%
Burgos20,57%
Illes Balears20,57%
León20,57%
Cádiz20,57%
Badajoz20,57%
Zaragoza20,57%
Toledo20,57%
Guadalajara10,57%
Ceuta10,28%
Córdoba10,28%
Zamora10,28%
Ávila10,28%
Cáceres10,28%
Santa Cruz de Tenerife10,28%
Cuenca10,28%
A Coruña10,28%
Lugo10,28%
Las Palmas10,28%
Total España352

Idiomas:

CantidadPorcentaje
Castellano40695,98%
Euskara102,36%
Inglés71,65%
Total Admitidos423

Estadísticas del XII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

Hoy, 11 de junio, a menos de un mes del 7 de julio, tras el cierre de la inscripción el pasado día 6 y previo al fallo del jurado y lectura de los diez microrrelatos finalistas, os presentamos los datos de esta XII edición:

Participación413 autores con sus correspondientes obras.

Procedencia19 países, desglosados de la siguiente manera:

CantidadPorcentaje
España34984.50%
Colombia163,87%
Argentina153,63%
Cuba61,45%
México40,97%
Perú40,97%
Brasil30,73%
Bélgica20,48%
Estados Unidos20,48%
Chile20,48%
Reino Unido20,48%
Portugal10,24%
Eslovaquia10,24%
Suiza10,24%
Islandia10,24%
Venezuela10,24%
Italia10,24%
Uruguay10.24%
Bolivia10,24%
Total Admitidos413

Desglose de España por provincias:

CantidadPorcentaje
Navarra15343,84%
Madrid4312,32%
Barcelona164,58%
Valencia/Valéncia133,72%
Albacete72,01%
Cádiz61,72%
Valladolid51,43%
Sevilla51,43%
Gipuzkoa51,43%
Bizkaia51,43%
Málaga51,43%
Córdoba41,15%
Alicante/Alacant41,15%
Toledo41,15%
Cantabria41,15%
Asturias41,15%
Girona41,15%
A Coruña41,15%
Illes Balears41,15%
Las Palmas41,15%
Salamanca30,86%
Pontevedra30,86%
Ciudad Real30,86%
Murcia30,86%
Jaén30,86%
Zaragoza30,86%
Castellón/Castelló30,86%
Almería20,57%
Lugo20,57%
Badajoz20,57%
Burgos20,57%
Segovia20,57%
Araba/Álava20,57%
Ourense20,57%
León20,57%
Santa Cruz de Tenerife20,57%
Huesca20,57%
Ceuta10,29%
Palencia10,29%
Tarragona10,29%
La Rioja10,29%
Ávila10,29%
Granada10,29%
Guadalajara10,29%
Huelva10,29%
Total España349

Idiomas:

CantidadPorcentaje
Castellano40397,58%
Euskara71,69%
Inglés30,73%
Total Admitidos413

Completando el cuadro (clasificados 7º al 10º)

7º clasificado: «Errege» de Joxe Aldasoro Jauregi

Jarauta kalean txarangaren burrunban murgilduta koadrilakoekin. Sorbalda sorbaldarekin, besoak besoekin. Gorputzek musikari entzuten zioten: aurrera, atzera, alde batera, bestera, seko gelditu orain, jauzika gero, aztapoak, birak. Gogoek beste gogoei: talde txikiagotan bereizi, multzo-ebaketa berrietan batu erritmo zein abesti aldaketekin.

Izerdiak. Tragoak. Ziztak. Talkak. Algarak.

Izerdiari aurre egiteko kamiseta kopetan lotua ikusi nuen. Garaia, oso. Begien marrak erakarri ninduela esango nuke, aurpegiaren finak, plastikozko belarritako nabarmenegiak, sudur zorrotzak, bizkar sendo eta gerri zurrunak. Mugimendu pausatuak edatean, zigarroa erretzen, begirada altxatzerakoan.  Beldur adina zirrara sorrarazten zidaten izaki ahalguztidun, magiko, zintzo, justuak gogorarazi zizkidan.

Txikitan aitari galdetzen nion ea ama haien erresuman egongo ote zen:

—Bai Aitor, han bizi da orain, zoriontsu!

Poz-malkoak omen ziren. Inozentzia.

Liluratuta ninduten jentil dotoreak. Gustatzen zitzaizkidan janzten zituzten soineko, buruko eta pitxiak. Eta gustatzen zitzaizkidan banekielako erregeak gonadun erregina zirela eta erreginak bizarrik gabeko errege. Nire kuttunak, asiarrak, Esther eta Sidi abd El Mohame.

Atzo arte atxiki dut nire burua ulertzeko balio zidan sekretua.

Eskutik heldu nion erraldoiari. Eskutik hartuta dantzan, hatzak hasi ziren mezuak zifratu eta deszifratzen. Gorputzak bereizten zigun airea zurrupatu  genuen ezpainak itsatsi zitzaizkigun arte. Anabasa-multzoaren osagarri izan ginen, biderkadura cartesiarra Adham eta bion gorputz atalak. Zoriontsu naiz nire gogo eta gorputzaren erresumen errege.

«Rey»

Calle Jarauta, sumergido con la cuadrilla en el estruendo de la txaranga. Hombro con hombro, asidos del brazo. Los cuerpos escuchaban la música: adelante, atrás, a un lado, al otro, frenada en seco, luego saltos, tropiezos, giros. Unos deseos a otros, formándose así conjuntos más pequeños, nuevas intersecciones con cada cambio de ritmo y canción.

 Sudor. Tragos. Bebida que se derrama. Roces. Carcajadas.

Le vi con una camiseta anudada a la frente para mitigar el sudor. Era muy alto. Quizás me atrajera la raya de los ojos, la finura del rostro, los pendientes de plástico demasiado grandes, la nariz recta, las espaldas fuertes o la rigidez de la cintura. Sus movimientos eran pausados al beber, al fumar, al levantar la mirada. Me recordaron a esos seres todopoderosos, mágicos, buenos y magnánimos que me provocaban  miedo y emoción a partes iguales.

De pequeño le preguntaba al aita si ama había ido a su reino:

– Si Aitor, allí vive ahora, ¡feliz!

Lágrimas de alegría, decía. Inocencia.

Esos elegantes gentiles me tenían hechizado. Me gustaban los vestidos que llevaban, los tocados y sus joyas. Y me gustaban porque sabía que los reyes eran reinas con falda y las reinas eran reyes sin barba. Mis preferidos, los asiáticos, Esther y Sidi abd El Mohame.

He guardado hasta ayer el secreto que me permitía entenderme a mí mismo.

Le agarré al gigante de la mano. Bailamos asidos, nuestros dedos comenzaron a cifrar y descifrar mensajes. Aspiramos el aire que separaba nuestros cuerpos hasta que se nos pegaron los labios. Fuimos complemento del conjunto caos,  producto cartesiano formado por los elementos del cuerpo de Adán y del mío.

Soy feliz, rey de mis deseos y de mi cuerpo.

8º clasificado: «De pacharanes y chupetes» de Mirentxu Arana Lesaca

Óyeme bien, es el tesoro del abuelo, ni se te ocurra tocarlo.

Confieso que aquella prohibición tajante y repetitiva acabó golpeando mis sienes. Durante las fiestas, en el momento del café, el abuelo visitaba el minibar y se servía una copita.

El tesoro del abuelo… un tesoro…, como en los cuentos…; allí había gato encerrado.

A los cinco años yo ya juntaba letras. Aprovechando un descuido de la abuela, subí a una silla; desde aquella altura, y oteando la casa, creí llegada mi mayoría de edad; tomé la botella de cristal rugoso, etiquetada con ramitas verdes y pude leer: “pa-cha-rán”.

Lo juro que yo no quería. Quité el tapón, acerqué la botella a la nariz y experimenté sensaciones nuevas, placenteras, desconocidas; nunca olvidaré aquel perfume… Eché un buen chorro sobre mis manos y me lavé la cara al tiempo que sacaba la lengua para no perder gota. Me gustó. Remojé bien el “chupe”, (supuse que Josemiguelerico lo preferiría así), lamí hasta donde buenamente pude, y cuando iba a coger con mano pegajosa la de mi padre para la ceremonia, comencé a dar tumbos y a cantar el “riau, riau”. El gigante quedó esperando hasta el día siguiente a que acabara mi siesta.

9º clasificado: «Por la noche, fuegos artificiales» de Paula Fernández Suárez

Aquel año en que te conocí, era muy joven. Lo quería hacer todo y no perderme nada. Recuerdo que nos cogimos de la mano mientras la explosión de cortisol se expandía por todo nuestro cuerpo tras el chupinazo. Apreté más fuerte tu mano solo para comprobar que tú me respondías. Corrimos delante del peligro sintiendo esa claridad mental de tener todos los sentidos coordinados, funcionando como el maravilloso engranaje que somos.

 Los dos deseábamos volver a sentir la misma emoción con los Kilikis, así que nos apresuramos en los años siguientes y tuvimos un niño, Iker, que pronto pidió un hermanito y un perro, único miembro de la familia al que no le gustaban los fuegos artificiales.

Hasta que llegó un momento en que oía chupinazos todas las tardes. Corría delante del toro con más concentración que nunca, pero él siempre conseguía alcanzarme. Veía un kiliki todas las noches y ya no necesitaba salir para ver los fuegos artificiales.

Un día, mientras dormías agotado tras otras 204 horas, entré en la comisaría. Cuando me preguntaron qué quería solo les dije: la fiesta ha terminado. La mirada del joven se posó en mi mejilla y se dispuso a redactar nuestro final y mi principio.

10º clasificado: «El juramento» de Julia San Miguel Martos

Este año lo volví a intentar. Estaba cansada, y me propuse, ya lo hice la fiesta anterior, tomarme unos días de vacaciones. La muerte también tiene derecho a disfrutar desde la barrera, me dije. Total, apenas serían las doscientas cuatro horas que duraban los sanfermines. Lo intenté. Lo juro. Pero al final solo aguanté dos minutos, eternos, eso sí, pero solo dos, los que duró el primer encierro. Como un pamplonica más, entoné por tres veces la plegaria de los corredores delante de la hornacina del santo, junto a los corralillos, antes de que sonara el cohete que daba comienzo a la carrera. Recorrí los doscientos ochenta metros de la cuesta de Santo Domingo sin pestañear, giré en Mercaderes y llegué al ángulo de noventa grados donde los toros resbalan y se despanzurran por el suelo. Jaleé y grité, y me adentré, sin dejar de mirar atrás, por la sombría Estafeta, recorriendo los trescientos metros hasta el embudo del siguiente callejón. Entonces, hasta mí llegó el aliento de terror cuando caímos sobre la tierra, bajo las cornadas. Fueron ochocientos cincuenta metros en total, y dos minutos. Juro que lo intenté. Lo juro. Pero olía a sangre…, y me pudo más el oficio.