La noche


Venta ambulante y prejuicios

Quienes me conocen saben que es difícil sacarme de mi barrio durante las fiestas de San Fermín. Pero, aunque no lo parezca, salgo. A veces. Y, por supuesto, tras salir, hay que volver.

Regresaba pues al Casco Viejo una noche sanferminera de esas de entre semana, en las que no hay demasiada gente, por Príncipe de Viana y calle Gorriti. No serían más de las dos de la mañana cuando observé que un todoterreno de lujo anunciaba con el intermitente su intención de meterse en uno de los parkings privados que acompañan a cada portal de esa calle. El caso es que el vehículo -más tanque que coche, todo hay que decirlo- se detuvo y se apeó su conductor, un tipo que ya hacía tiempo que había dejado la mediana edad y que lucía la ropa blanca con elegancia, dinero y estilo. En el momento en el que yo lo alcanzaba le vi agacharse y sacudir unos bultos que había en la entrada al garaje. Los bultos resultaron ser vendedores ambulantes que estaban durmiendo allí.

Mis prejuicios comenzaron a funcionar y rápido empecé a imaginar al hombre millonetis increpando a esos negros de mierda que le impedían meter el coche en el parking de su casa. A bocinazo limpio. Pues no. A veces te columpias. Y el hombre acomodado lo que hizo fue despertarles y pedirles con inmensa ternura que le dejaran pasar. El prejuicio volvió a funcionar y pensé en mí mismo y en la mala hostia que haría si alguien me despertara a las dos de la mañana. Pero no, los manteros recogieron sus bártulos y no pararon de pedirle perdón al hombre del todoterreno mientras este, a su vez, se deshacía en disculpas por haberles despertado.

Yo seguí mi camino hacia la Estafeta, contento por comprobar que los prejuicios no siempre se cumplen.

Y triste por ver que el sufrimiento de estos hombres es objeto de polémicas políticas y económicas en nuestro ayuntamiento. Creo honestamente que equivocan el foco.

Foto de Maite H. Mateo tomada de navarra.com

 


Cinco de mayo, certamen, escalera y más

Ascendemos esta noche un nuevo peldaño (o lo descendemos, nunca lo he tenido claro), conocemos ya los carteles de la Feria del Toro y el que anunciará las fiestas de San Fermín 2017. Pronto sabremos qué persona o colectivo lanzará el txupinazo el próximo 6 de julio y un buen grupo de margolaris anda ya pensando en cómo reflejar la actualidad en las pancartas de nuestras peñas.

Y, desde esta semana, fiel a su cita de los últimos 9 años, está en marcha una nueva edición del Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín.

En este enlace encontraréis las bases del concurso (con sus cuantiosos premios), el formulario que os permite inscribiros y enviar vuestro microrrelato. También disponéis de enlaces permanentes en el cartel que podéis ver a la derecha de vuestra pantalla y en el link de la parte superior.

Como siempre, se puede participar en inglés, euskara o castellano, con plazo hasta el 31 de mayo.

¡Suerte e inspiración!


Y nos volveremos a ver

Que los navarros somos gentes de costumbres es algo de sobra conocido. Y como no puede ser de otra manera, durante los Sanfermines dichas costumbres se repiten año tras año. Esta Semana Santa visitó Pamplona un amigo catalán al que solo había visto durante las fiestas. Lo primero que me dijo al verme fue: Que raro se me hace verte si no es en la txuletonada del día 8 de Julio. Y es que muchos años nuestras actividades sanfermineras son las mismas y en los mismos sitios.

Muchos llevamos años celebrando el almuerzo del 6 en el mismo sitio. Y generalmente el resto de cuadrillas con las que compartes el momento también son las mismas. La primera copa tras el almuerzo suele ser en el mismo bar todos los años y la gente que hay alrededor también. Repetimos todos los años el lugar de reunión con la familia para ver la procesión y el bar del primer pote. El menú de la comida del 7 no ha cambiado desde hace años. Por no hablar de las canciones de la sobremesa.

El patxarán para ir a los toros en el bar de siempre. En los toros, las mismas cuadrillas en las mismas localidades. A la salida de los toros, y si no sales con la peña, todas las cuadrillas tienen su bar fetiche. El dimasu, el día de la peña, el del jumelage con otras sociedades…El día de la marmota durante todos los años y siendo todos los días distintos. La ventaja que tiene todo esto es que difícilmente uno se puede perder.

Y quien no se ha llevado un sofocón cuando ve que uno de sus lugares de reunión, al que solo va durante los Sanfermines se traspasa o cierra por jubilación. Esto suele generar una sensación de cierta ansiedad en las cuadrillas: La búsqueda de un nuevo garito. Pero esto será tema para otro post.


Campañas de sensibilización para la sociedad y la manada

En este blog se viven los sanfermines durante todo el año. Los sentimos un estapio lúdico, festivo y, también emocional. Pero, desafortunadamente, no es eso lo que ha trascendido este año en los medios de comunicación.

El Ayuntamiento de Pamplona ha desarrollado una campaña de sensibilización “Por unas fiestas libres de agresiones sexistas”. Somos una sociedad sensibilizada y estas actuaciones reciben un importante apoyo social en nuestra ciudad. Pero esta campaña y esta movilización ha quedado empañada por una agresión sexual especialmente grave y también, por qué no decirlo, tristemente mediática.

La noche del 6 al 7 de julio, cinco hombres que habían venido a pasar unos días a Pamplona por San Fermín agredieron sexualmente a una chica de 18 años en un portal de la calle Paulino Caballero. El debate está servido. Ella iba sola, tal vez besó a uno de ellos, no se defendió con uñas y dientes… El viejo argumento machirulo que dice que lo que nos ocurre siempre será culpa nuestra. El hecho, frio, duro, terrible, sobrecogedor, inaceptable… es que cinco hombres adultos (y dos de ellos dedicados a profesiones que se supone que se encargan de defendernos y cuidarnos) y su superioridad tanto numérica como física atacaron salvajemente a una mujer, casi una niña de dieciocho años, la grabaron en video, lo compartieron con sus amigos por WhatsApp, como si se tratara de un trofeo de caza y le quitaron el móvil para que no pudiera pedir auxilio.

No puedo entender cómo alguien (ni siquiera los abogados defensores de los detenidos) pueden dudar de la gravedad de lo ocurrido, burundanga mediante o no.

La joven a la que le ocurrió es una víctima inocente a la que hay que defender pero, en este caso, tampoco los sanfermines se merecen esto. Nuestra ciudad ha actuado de manera modélica, saliendo a responder desde el primer momento, deteniendo a esa manada en la Plaza de Toros durante el mismo encierro, investigando el caso, apoyando a la víctima. El resto ya es asunto de la justicia que decidirá la pena y la condena que requiere la actuación de estos cinco hombres.

Ahora, a los demás, nos queda analizar el asunto y tratar de decidir qué medidas pueden hacer que esto no vuelva a ocurrir.

Tenemos que recordar qué fiestas queremos, cuales son las imágenes que nos gustaría que salieran al exterior, qué visitantes buscamos… E iniciar una campaña para ir a por ellos y ahuyentar los que nos lo están impidiendo.

Yo, entretanto, quiero decir que me siento profundamente orgullosa de esta gran ciudad que se lanzó a la calle vestida de blanco y rojo para condenar con todas sus fuerzas y sus voces esta terrible agresión. Pamplona aspira a ser una ciudad libre de agresiones sexistas y, mientras las haya, lucharemos contra ellas con todas las herramientas que como sociedad avanzada, civilizada y reflexiva, tenemos a nuestra disposición.


Échando la vista atrás 2

Aprovecho la vía que recientemente abrió sanferman para recordar los inicios del blog. En este caso los míos. A finales del 2.010, los creadores del blog  se pusieron en contacto con varios comentaristas habituales para que participaramos en el mismo escribiendo artículos y no solo comentándolos. Era una época en la que la repercusión del blog era menor, pero en la que los artículos solían tener 7-8 comentarios de media. Los viejos lo recordareís, a los nuevos espero que os guste. Os dejo mi primer artículo, que coincidió con una majestuosa cena en una nevada noche de Noviembre.

MI CUADRILLA SANFERMINERA

Al igual que mis compañeros Toko y Josemiguelerico, yo también voy a escribir en mi primer artículo sobre la gente con la que comparto las Fiestas. Algunos formas parte de mi cuadrilla habitual, pero la mayoría son gente que me he ido encontrando en la vida y que comparten mi misma pasión.

Es la gente con la que después de fiestas me junto a cenar el 20 de Julio. Con la que celebro a lo grande el Txikito, porque son las fiestas de los de casa. Son los que mes a mes comparten conmigo cocina, mesa y mantel en las escaleras tratando los asuntos y noticias sanfermineras. Gente que cuando salen los carteles anunciadores me llaman para decirme que no valen ni para tomar por saco y que es una vergüenza y que… bla,bla,bla.

Y cuando se anuncia la Feria y sin tener ni pajolera idea la tachan de barata, que hay que traer a las figuras, que las ganaderías son comerciales, que mas vale que siempre nos quedará eL chulo de banderillas y que se ziscan en La Meca, aunque cuando están  en la andanada o en el tendido les de igual que salga el Bombero Torero y solo están atentos al grito de “illa”, “illa” o últimamente “illo”,”illo”.

Los que a primeros de Junio me dicen que ya han reservado mesa en la sociedad para almorzar el 6 y se nos ponen los pelos como escarpias. Con los que te juntas el 7 para preparar el almuerzo, ir a la Procesión y volver a almorzar. Los que nunca dejan de emocionarse cuando oyen a La Pamplonesa. Los que te agarran del hombro para cantar rancheras en la sobremesa poseídos por los efluvio de las endrinas. Los que sin venir a cuento te dan un abrazo a la salida de los toros porque son felices. Los que durante nueve días piensan que “siguen siendo el rey” a pesar de “ella”.

Son los veteranos que en el vermú te enseñan como eran los Sanfermines hace cuarenta años. A los que el 14 a las 20:30, en La Monumental, se les hace un nudo en la garganta y se les escapa la lagrimilla porque esto se acaba. Los que después del Pobre de mí tienen que arrancarme el pañuelo porque no acepto que llega el final. Los que se juntan conmigo a cenar el 20 de julio….

Mi padre, mis primos, y esta gente, son los que me han enseñado lo que son los Sanfermines, como vivirlos, como disfrutarlos y como quererlos.

Y a estos, desde hace dos años y pico, se ha unido un grupúsculo de irreductibles talibanes sanfermineros, a los que no conozco, y que con sus artículos, historias, anécdotas y batallitas, me han hecho disfrutar de algo más que de mis cinco minutos de sanfermin al día.

GRACIAS !!!