Archivo por días: 17 de septiembre de 2018


X Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

TORERO

Leandro Emanuel Bordino

Toreo pecaminoso que encierras en tus andares llantos y alegrías de nuestra España rica. La sangre de tu sangre fluye con cada conquista y cada gloria. A San Fermin le rendimos el homenaje y la fiesta es el merecimiento retribuido. La salud de cada uno de nosotros nos es debida, cada hazaña es lograda y alcanzada. Los toros corren al ras de nuestras pieles que se funden y se desfundan con cada mueca. Siendo así nuestras suplica de abandono cae la tarde y nuestra fiesta, que no termina, sigue su rumbo de noche serena. La tarde que nos ha bendecido en cada hombre ya nos saluda desde aquel pasado vertiginoso. Las ondas nostalgias que abandonan nuestros cuerpos y los cuerpos de los toros son las que nos terminan sumergiendo en este océano infinito de nuestra España rica.

 

LA ESPERA

Paz Quintero López

Los alrededores de la plaza ya están hasta la bandera. Una marea blanca y roja invade la zona vieja de la ciudad. Voy camino de la calle Estafeta desde la plaza del Ayuntamiento, abriéndome paso como puedo. Es una de mis calles favoritas… Siempre hay gente sonriendo frente a un pintxo, charlando animadamente y llenando de vida uno de los puntos con más fama de la ciudad. Pero la que suele ser una calle con barullo hoy es un lugar prácticamente inaccesible. Unas grandes vallas de madera impiden el paso. Y todo el mundo parece interesado en bordearlas y agruparse detrás de ellas, como esperando algo grande.

El gentío, nervioso, cierra filas. Es muy complicado llegar hasta el punto en donde todos miran. Supongo que debe ser algo importante, porque está la televisión. Jóvenes y adultos parecen haberse reunido para leer la prensa, porque casi todos los de detrás de la valla llevan un periódico enrollado en las manos. De pronto, alguien alto se me coloca delante y me tapa todo. Mi padre se da cuenta y me aúpa, sentándome en sus hombros. Oigo un cohete. Pasan volando muchos toros en lo que dura un suspiro. Aprieto fuerte la mano de mi padre. Sonreímos. 

EL GLOBO ROJO

Guadalupe Ochoa De Alda Nieto

El sol entraba por la ventana,Jaime lo ha visto con un ojo guiñado,mientras se dedesperezaba,en su cama de casa de la abuela.
Por el pasillo escuchaba los pasos del abuelo que venia a deapertarlo para ver juntos el encierro,Jaime se plantó de un salto en el suelo y salió al encuentro del abuelo.
Los dos juntos frente al televisor esperaban expectantes el gran momento,al tiempo que recordaban esas anécdotas de conocidos y amigos archiconocidas por los dos,derrepente suena el ansiado,pun!!,y ya salen dos minutos de carrera y algunos mozos por el suelo:LIMPIO,exclama el abuelo mientras se levanta encaminamdose a la cocina desde donde la voz de la abuela llama al niño para desayunar.
Cuando terminan,los protagonistas se visten como manda la tradición, blanco y rojo de cabeza a los pies, y salen los tres con un ramo de dos claveles rojos,que la abuela ha comprado la vispera,se encaminan a la parroquia de San Lorenzo ,donde les espera el santo morenico,rodeado de familias con cámara en ristre para inmortalizar el momento.
Jaime le da el ramo de flores a un señor que cuidadosamente deja a los pies del santo,los abuelos despues de rezarle un poquico,con el niño van al Paseo Sarasate a por un globo rojo