Archivo por días: 16 de julio de 2013


Repaso sanferminero 6

Hoy, tercer día de trabajo después de los sanfermines, y con otros dos todavía por delante, y con un calor que no hay quien pegue ojo, me siento un poco macarra, y voy a dar un breve repasillo a estos sanfermines, que como no podía ser de otra manera, han sido acojonantes.

Txupinazo

Hacía seis años que no entraba al txupinazo, y este año por fin he podido volver, iba con la ilusión de los putos críos, aunque con la prudencia de los años de experiencia. Y salí muy triste porque debido a la polémica de la banderita, el inicio de las fiestas no tuvo la menor emoción, y sí buenas dosis de crispación innecesaria. Luego poco a poco la tristeza fue dando paso al descojono. No sé quién ha sido el autor intelectual de la performance, pero es para darle un diez. No creo que los partidos abertzales vayan a ganar un solo voto más gracias a lo acontecido. En cambio, estoy seguro de que la imagen del alcalde se ha rehabilitado para mucho votante hastiado de UPN.

Encierros

Al final de las fiestas el tema de los encierros se ha entonado un poco, porque desde luego que el principio estaba siendo de auténtica risa. Ya sé que me repito como las charangas en el tendido, pero sigo pensando que con tanta medida de seguridad y con tanto entrenamiento de los toros (ya no recordaba un encierro con toros derrotando a los costados hasta ver a los Valdefresno, que no han tenido entrenamiento específico para el encierro), los encierros de Pamplona están perdiendo emoción a marchas forzadas. Y no me vale el argumento de que la Casa de Misericordia necesita que los toros lleguen cuanto antes a toriles, y además sin desarrollar ningún sentido. Si es así, lo mejor que podían hacer es desencajonar los toros directamente en los corrales de la plaza. Los primeros encierros dejaron hasta la sensación de que los toros salen aboronados, anestesiados, sin rasmia ni bravura ninguna. Al menos las cogidas de los últimos días, y el espeluznante montón del sábado, nos devuelven a la realidad de lo que es meterse al encierro. No hay más responsables que los que deciden libremente meterse a correr, o a no correr. Y no hay más. Ni el de la puerta, ni el de la ventana. El que se mete.

Feria del Toro

Sobre este punto no voy a opinar mucho, porque me he perdido tres corridas, y aparte, en las que he estado no he podido seguir lo que se dice al cien por cien el desarrollo de la misma. Simplemente quiero destacar a Padilla y a Jiménez Fortes. El primero creo que torea tirando a mal, pero hay que ver. O los tiene como los del caballo de Espartero o sale puesto hasta las orejas. O las dos cosas. ¡Que solo tiene un ojo! Ahora, eso sí, tiene un jefe de marketing impresionante. Uno de sus subalternos no paraba de dirigirse al tendido reclamando que pidiéramos la segunda oreja en su primer toro del sábado. Y fue el mismo que corrió a pedir la bandera de piratas para que la ondeara su jefe en la salida a hombros. Y del segundo también quiero destacar su impresionante valor. Me perdí la estampida de mulillas, y la impresionante carrera en las astas de Carmen Alba. Y pude comprobar que al muñeco de Manolo Molés le van añadiendo nuevas articulaciones y movimientos.

Runa

De los espacios festivos rochapeanos, tan solo he visitado uno. Los corrales del Gas. Afortunadamente hemos podido volver a esquivar las barracas. No le hago ascos a pagar 6 ó 7 euros por un cubata, sobre todo si está rico, pero me sigue pareciendo un a burrada el presupuesto que hay que tener para pasar una tarde con tres enanos a limpio viaje. Y como se añada algún sobrino, apaga y vámonos. Y tampoco he pisado el Jai Gune, sede de los sanfermines puros, limpios y sin mácula, encarnación de la esencia misma de la fiesta, por contraposición a los sanfermines que he vivido yo, que son los de la podredumbre y la violencia sexista, los del descontrol y la mugre (esto no lo digo yo, lo dejó escrito en el Noticias del lunes algún imparcial).

Mis momentos

Los sanfermines no defraudan en este punto. El no poder fumar en los bares, unido al terrible calor que hemos tenido que aguantar, han hecho de la calle un punto interminable de encuentro y cachondeo. Como detalles, los reencuentros, que no por esperados dejan de ser ilusionantes, grandes momentos vividos el martes por la noche siguiendo con la rubia a la Jarauta 69 por las calles, espectacular el subidón propiciado por Padilla el sábado (si la corrida hubiese terminado con el cuarto toro habríamos salido como locos a devorar las calles de lo viejo), haber compartido el pseudo txupinazo con un vigués que ya es más de Pamplona que muchos de Pamplona, las tiritonas -mitad miedo y mitad frío- de los hijos en el encierro en la plaza de toros, el reencuentro con sus majestades, las risas en la comida del viernes con los compañeros del blog (volvimos a merendar kebaps, jajajaja), incluido el tercer tiempo con Estafet, Pamplo y Patxi. Y al final un detalle, una sorpresa, un gesto, un regalo inesperado que me guardo para mí, y que quien lo ha hecho sabe bien que me tiene ahí para lo que necesite.

 

¡¡¡¡¡ YA FALTA MENOS !!!!!