Archivo por días: 21 de febrero de 2012


Cantidades – Kantitateak 7

Las fiestas de San Fermín siempre han sido a lo grande. Pero pese a esto, hay algunos aspectos, en que las cantidades son extremadamente desorbitadas.

Por ejemplo, la cantidad de gente que entra al chupinazo. A todo el mundo de fuera que viene a Pamplona en otra fecha que no sea San Fermín, le llama la atención la plaza consistorial, ya que a todos les parece pequeña y no se explica que quepa tanta gente en el momento del chupinazo. Es evidente que la capacidad de esta plaza, se multiplica por tres o por cuatro en el momento que todos sabemos.

También llama la atención que en estas fiestas en las que todo el mundo se bebe hasta el agua de los floreros, la gente que acude al inicio de las fiestas tire más cantidad de champán que la que bebe.

Pero este milagro de panes y peces sanferminero no sólo ocurre en el chupinazo.

Si un fin de semana en el que haces doblete, salir viernes y sábado, te parece que es brutal, y el domingo pasa por delante de ti como si estuvieses en medio de una nube, sin poder hacer otra cosa que estar encima de tu sofá, y con un peso aproximado de diez kilos encima de tu cabeza, qué decir de San Fermín, donde sales nueve días seguidos. Sacas fuerzas de donde sea, pero sabes que tienes que salir de casa, aunque sea a comprobar que realmente estás mal.

Y es que durante las fiestas, si bien dicen que es bueno hidratarse, la cantidad de bebida ingerida estos días es también exagerada, si al agua o bebida isotónica necesaria para la resaca de recién levantado, sumamos los vinos del vermú, los cubatas pre-corrida, el sorbete de los toros y los kalimotxos de la noche, vemos cantidades de líquido que también nos asustan.

Pero hay más. Durante el año la tasa de natalidad en Pamplona, no llama especialmente la atención, sin embargo, durante nuestras fiestas y concretamente el rato anterior y posterior al almuerzo de la comparsa de gigantes y cabezudos, las silletas de niños también se multiplican de manera desorbitada, en una especie de baby boom de diferentes edades.

Otro tema que también multiplica milagrosamente su presencia, es el de las tiendas del casco viejo pamplonés que venden mayormente hielos, bocatas y litronas. Allí donde había una zapatería, una bajera cerrada, o una tienda de corte y confección, se convierte por arte de magia, en una especie de chino sanferminero.

Como también es exagerada la gente que hay en el recorrido del encierro que hace que el famoso capotico tenga que salir a menudo.

Y para terminar, otra cantidad  realmente extraña es que una gente de dudosa calidad literaria sean capaces de hablar sobre sanfermines durante más de cuatro años y  en más de mil post, mil dos con éste.