Archivo por días: 13 de mayo de 2011


Abolición del Pobre de Mí – Pobre de Mí-ren abolizioa 14

Hoy es viernes 13, día de mala suerte en las culturas anglosajonas desde los tiempos de los templarios y saga de películas de terror; lo cual, me viene estupendo para enlazarlo con el artículo de hoy, ya que evidentemente no puede haber situación más terrorífica para un sanferminero que la llegada del pobre de mí. Y de eso quiero hablaros precisamente.

Hay gente que afirma que es un acto entrañable y acuden año tras año a la plaza del ayuntamiento con su vela, mientras se quitan el pañuelo con puntualidad a las doce de la noche. Algunos incluso lo atan en la iglesia de San Lorenzo. Otros pasean con sus velas por las calles y cantan pobre de mí. Y digo yo: ¿Por qué no se van todos directamente a su puta casa?

Como bien cantan los mozos y mozas del movimiento 15 de julio, la fiesta no termina cuando dice la Barcina y la noche del día 14 es una más para disfrutar. Una nueva noche para bailar, cantar, reír, divertirse, para amar y ser amado.
Puedes tener el cuerpo hecho una piltrafa, o peor aún, puedes tener que ir a trabajar al día siguiente, o por lo que sea, puede no apetecerte, pero no me entra en la cabeza cómo después de ocho días de locura, renuncies porque sí a la gran traca final o que la gente se junte para celebrar que se acaba, máxime cuando todavía puede quedar una noche especial.

Si hay gente, que le gusta ese rollo tétrico y tristón de ir con las velas, que por lo menos tengan la decencia de apagarlas, o tirarlas cuando entra a otro local. Estoy harto de estar en mi peña, sin querer enterarme de lo que pasa fuera, y tener que aguantar a gente que pasa e incluso entra con sus caretos compungidos y sus velas encendidas. Si ellos creen que sus Sanfermines ya están terminados, que no nos amarguen al resto que no lo creemos. Espero que algún día la asociación de hostelería y la federación de peñas tomen cartas en el asunto y se trate el tema de la posible abolición del pobre de mí o por lo menos en su defecto prohíban la entrada a sus locales con velas durante esa noche.

Porque bastante deprimente es que se acaben, como para que encima te lo estén recordando.