Archivo por días: 7 de octubre de 2008


Globo volando, niño llorando 9

Hay muchas cosas que vuelan, y no me refiero a los billetes de 20 euros que son los que manejo yo, ni a los billetes de 500 euros que son los que manejan mis compañeros de blog.

Me refiero a los globos para los niños. No he visto una cosa tan cara y a la que haya que dedicarle tanta atención como a un bebe que no sea un globo si quieres que te llegue a casa sano y salvo.

Quizás los que no tengáis hijos o sobrinos en edad de pedir, no llegaréis a valorar el fondo de este artículo que escribo como homenaje a los cientos de lágrimas que por los dichosos globitos se derraman durante los sanfermines. La compra del globo es algo realmente sencillo pero lo complicado es el mantenimiento, vaya! que es fácil llegar pero lo dificil es mantenerse.

Para empezar, y dependiendo de tu grado de parentesco con el mocete, tu fuerza mental y la fuerza mental del crio, te habrás negado muchas veces, si eres padre, o ninguna vez, si eres tio soltero (estos son los peligrosos porque regalan bombos y trompetas en reyes), a la compra del globo.

Una vez que el globo ha sido comprado por un precio astronómico (los feriantes también tienen que vivir) comienzan las dudas… – Oye que te han comprado el Ariel (no el detergente, sino la sirenita) que era el que te gustaba tanto.- Ya, pero yo quiero el del choche o el tiburón, o el de….

Después de convencerla de que a Ariel tú también le quieres mucho y que es muy guapa, se dan cuenta que están unidos por una cuerda… que se suelta!.

Si has tenido suerte habrás cogido el globo al iniciar el vuelo… y si no has tenido esos reflejos: globo volando, niño llorando… (admito que con el precio del globo los padres también tienen derecho al lloro).

Bien suponiendo que has conseguido cogerlo al vuelo, llega el momento marinero, nudo, doble nudo, triple nudo…. hasta que te das cuenta que has hecho unos nudos que sólo se pueden quitar con navaja, … pero le has dejado mucho juego y se le puede escapar de la muñeca igual que si no le hubieras hecho los nudos…. ¡horror! Siempre queda la solución del nudo corrido… Con esto evitarás que se te complique el día pero aún quedan más peripecias que sortear, hasta llegar con el globito dichoso hasta casa.